martes, 9 de agosto de 2011

Un mundo de color


Despertó feliz luego de un extraño y maravilloso sueño, colores brillantes adornaban su hermosa ciudad. flores, césped, casas, edificios, todos estaba cubierto de hermosos y vívidos colores, todo aquello era nuevo y asombroso para Pipo, un pequeño e inteligente niño de papel.

Corrió escaleras abajo para contarle el hermoso sueño a sus padres y hermanos; todos estaban sentados en la mesa, listos para desayunar.

-Buenos días familia - saludó feliz mientras tomaba su lugar.
-Buenos días Pipo - saludó el su padre - ¿Haz dormido bien anoche?
-Fantásticamente - respondió dando pequeños saltos sobre su asiento - he tenido un sueño muy loco y hermoso, ¿quieres que te lo relate?
-Tendrá que ser luego, ahora de ir al trabajo - El padre de Pipo tomó el último sorbo de su taza de café y se retiró del comedor despidiéndose de su esposa y sus demás hijos.

Un poco decepcionado, Pipo esperó tranquilo a que su madre le trajese el desayuno. Pepe y Pame, sus hermanos mayores, conversaban sobre la escuela y le contaban a Mary, su mama, los difìsiles deberes que debían llevar hoy.

-¿Y tú no tienes deberes, Pipo? - Preguntó Mary mientras dejaba una taza de leche y algunas tostadas frente a su hijo menor.
-Ya los he hecho - por lo demás, Pipo no tenía mucho interés de conversar en la mesa, pues simpre terminaba siendo molestado por sus hermanos.
-¿Por qué no me cuentas ese loco y hermoso sueño que haz tenido?, realmente me gustaría oírlo - dijo su madre
-Tal vez luego, ahora tengo mucha hambre como para hablar - con una sonrisa en sus labios, y agradeciendo a su madre la comida, se dispuso a comer su desayuno en silencio.

Una vez hubo terminado de comer todo se retiró del comedor para marchar junto a Pepe y Pame a la escuela. Tomó su bolso y se despìdió de su madre plantándole un sonoro beso en la mejilla.

Durante el trayecto, Pipo no pudo evitar ecordarse de su hermoso sueño: un mundo lleno de colores por todas partes, y sin embargo su realidad era otra, su descolorido pero hermoso mundo de papel era totalmente monótono y aburrido, todo era de color blanco, y lo único que diferenciaba a una cosa de la otra eran sus formas, tamaños, olores y pequeños detalles.

El pequeño niño de papel sabía que existía aquel mundo de colores, lo había visto algunas veces en televisión, pero no sabía cómo llegar o cómo poder traer aquellos colores a su ciudad de papel. Le intrigaba saber como serían las cosas que poseía, o las mismas personas que conocía. con un par de colores encima.

Una vez hubo llegado a la escuela se despidió de sus hermanos y corrió a su salón de clases para encontrarse lo más luego posible con su mejor amigo Matías.

-¿pasa algo Pipo? - Le preguntó Matías al ver la manera eufórica con la que Pipo entraba al salón de clases.
-Nada -sonrió - solo necesitaba encontrarte rápidamente
-¿y para qué?, ¿tienes alogo que contarme? - Pipo asintió con cierto entusiasmo que dejó a su amigo intrigado - ¿y...?
-He tenido un sueño loco, ¿recuerdas aquella película que vimos en donde existían los colores?, pues exactamente es eso con lo que soñé
-¿con la Peli?
-¡No! Soñé con nuestro mundo rodeado por todas partes de colores, césped verde, sol amarillo, flores de muchos colores vívidos, ¡era totalmente hermoso y fantástico!
-Aham. ¿Y?
-y... y... - Pipo no supo que responder, estaba demasiado emocionado por su sueño que no sabía por qué le había tomado tanta importancia. Sentía unas enormes ganas de gritarle al mundo aquel extraño sueño y que todos en la ciudad se enterasen de ello, pero no sabía el por qué - Y... quiero encontrarlos.
-¿encontrarlos?
-Si - sonrió decidido - quiero encontrar los colores y traerlos a esta blanca y monótona ciudad de papel.
-¡Estoy totalmente de acuerdo contigo! - gritó Matías dando pequeños saltitos y expandiendo sus brazos hacia los lados - ¿te imaginas como serían nuestras vidas si estuviésemos rodeados de colores?, ¡todo sería hermoso! Cuenta conmigo para lo que sea

Durante la jornada de clases ambos amigos intentaron idear un plan de búsqueda, algo así como una expedición a los lugares más escondidos de la ciudad, pensaban en las montañas, en alguno de sus barrios, en los parques, en los lagos, ¡donde pueden estar los colores!
El plan era el siguiente: al terminarse el día escolar, ambos irían a la casa de Pipo, almorzarían junto a su madre y luego "saldrían a jugar", entonces se escabullirían por el sendero cercano a la casa del pequeño para poder buscar los hermosos colores de su sueño.

Y así fue, se fueron juntos a la casa de Pipo, Mary los esperaba con una comida especial: Papas fritas. Luego del postre y de terminar de planear su expedición, ambos niños de papel salieron al barrio para dirigirse al cerro cercano.

Caminaron juntos hasta llegar a un pequeño pastizal.

-¿Sabes acaso por donde empezar?
-no - respondió Pipo algo dudoso - ¿y qué importa?, lo único que hay que haces es buscar, buscar, buscar, hasta encontrar los colores - Los amigos sonrieron y corrieron hacia distintos lugares para poder así encontrar los colores de forma mas rápida.

Buscaron por todos lados, tras las matas de hierba, tras las grandes matas de rosas, bajo las rocas, tras las árboles, en las pequeñas cuevas de animales en la tierra, pero no había señal alguna de los colores. Se arrastraban por el suelo, ensuciaban su ropa, se pinchaban las manos con las espinas de algunas flores, algunas ramas rasgaban sus camisas.

De tanto correr ya estaban cansados, sudados y sedientos, había pasado la tarde, la hora de la cena ya había pasado y sus madres ya debían de estar preocupadas.

-Pipo, debemos irnos
-¡no! - gritó de cierta forma asustado - debemos encontrar los colores, ¡deben estar por aquí!, solo debemos esforzarnos un poco más y...
-Pipo, ya anochecerá, mañana hay escuela y... vamos, lo único que hay aquí es blanco, papel blanco, ¡y es maravilloso?, ¿no lo ves?, éste es tu mundo.
-no dejaré de buscarlos, vete si quieres - Matías dudó algunos segundos, pero prefirió aceptar su propuesta. Sabía que Pipo no se iría aún.

Los amigos se despidieron y Mati corrió hacia la ciudad para volver a casa. Pipo se quedó a solar en el bosque. No quería rendirse, sabía que los colores estaban cerca, cada segundo podía sentirlos con más fuerzas, como si estuviesen diciéndole a gritos el lugar en que se encontraban, pero él estaba tan sordo que no podía oírlos.

Ya de noche Pipo no pudo hacer otra cosa más que llorar. Afirmó su espalda contra un gran árbol y se deslizó hacia abajo, se sentó en el suelo, rodeó sus piernas con los brazos y apoyó la cabeza sobre sus rodillas para poder llorar.

Se sentía abatido por una inmensa decepción, él quería encontrar los colores y enseñárselos al mundo, pero no pudo encontrarlos, y eso lo hacía sentir mal, triste y desilusionado consigo mismo.

Se mantuvo en aquella posición durante algunos segundos hasta que sintió unos pasos cerca, levantó el rostro y vio a su madre acercarse a él con una linterna en sus manos. Traía consigo también una chaqueta para su hijo.

-¿Pipo, qué te sucede hijo?
-Estoy triste - suspiró - No he encontrado los colores y eso me hace sentir triste
-¿los colores?
-¿recuerdas mi sueño? - Su madre asintió en silencio mientras sonreía de manera confusa - Mami, he soñado con los colores, ¿los conoces?, ¡son hermoso!, todo es tan único y hermoso con ellos, son tan variados y alegres, y cada cosa tiene su color único e inigualable, ¿te imaginas nuestro mundo lleno de colores?, ¡yo he soñado con eso y ha sido perfecto!, y es por eso que he querido encontrarlos para que el mundo les conozca, pero no he podido.
-¿cómo es eso que no haz podido encontrarlos?, Pipo, ¿acaso no te das cuenta que los colores están por todas partes? - Pipo miró a su madre algo confuso y comenzó a recorrer su alrededor con la mirada.
Nada, no había colores, solo blanco.
-No, no puedo verlos - Mary sonrió de forma cálida y abrazó a su hijo dulcemente, acarició con suavidad sus cabellos y le plantó un beso en la mejilla.
Pipo también abrazo a su madre, quién ya estaba sentada junto a él.
-Pipo, hijo, escúchame con atención - dijo seria - No es necesario que busques los colores, ellos están allí, aquí, por todas partes, rodeándonos, ¿lo entiendes? - Pipo negó cada vez más desorientado, entonces su madre prosiguió - somos nosotros quien pintamos en mundo, quienes les ponemos nuestros propios colores, somos capaces de imaginar miles de cosas, mil formas, mil frases distintas, por ende, mil colores distintos. Hijo mío, no estés tristes, los colores existen y te están rodeando, solo debes aprender a reconocerlos - La madre de pipo tomó la mano de su hijo y la dirigió a su corazón. Ambas manos quedaron reposando sobre los pectorales el chico - además... los colores más hermosos del mundo son los que están aquí dentro de tu corazón - dijo con voz armoniosa - si tu corazón está alegre tus colores serán brillantes y vívidos. Si tu corazón está triste entonces tus colores serás opacos y poco agraciados, ¿en serio quieres que tu mundo sea así? - Pipo miró a su madre algunos segundos antes de sonreír y abrazarla con efusividad.

Mary tenía razón, si él se lo proponía, su pequeños mundo de papel podía tener los colores más bellos del universo.

Regresaron a casa cogidos de la mano, Pipo tomó un baño mientras su madre le preparaba la cena. Una vez ya entrada la noche le dio las buenas noches a su familia, subió a su cuarto y se acostó en la cama dispuesto a dormir...
...dispuesto a solar con su mundo de papel de colores.








lunes, 8 de agosto de 2011

Los tres cerditos


Junto a sus papás, tres cerditos habían crecido alegremente en una cabaña del bosque. Y cómo ya eran mayores, sus papás decidieron que era hora de que hicieran, cada uno, su propia casa. Los tres cerditos se despidieron de sus papás, y fueron a ver cómo era el mundo.

El primer cerdito, el perezoso de la familia, decidió hacer una casa de paja. En un minuto la choza estaba hecha. Y entonces se echó a dormir.

El segundo cerdito, un glotón, prefirió hacer una cabaña de madera. No tardó mucho en construirla. Y luego se echó a comer manzanas.

El tercer cerdito, muy trabajador, optó por construirse una casa de ladrillos y cemento. Tardaría mas en construirla pero se sentiría mas protegido. Después de un día de mucho trabajo, la casa quedó preciosa. Pero ya se empezaba a oír los aullidos del lobo en el bosque.

No tardó mucho para que el lobo se acercara a las casas de los tres cerditos. Hambriento, el lobo se dirigió a la primera casa y dijo:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!.
Cómo el cerdito no la abrió, el lobo sopló con fuerza, y derrumbó la casa de paja. El cerdito, temblando de miedo, salió corriendo y entró en la casa de madera de su hermano.

El lobo le siguió. Y delante de la segunda casa, llamó a la puerta, y dijo:
- ¡Ábreme la puerta! ¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Pero el segundo cerdito no la abrió y el lobo sopló y sopló, y la cabaña se fue por los aires. Asustados, los dos cerditos corrieron y entraron en la casa de ladrillos de su hermano.

Pero, como el lobo estaba decidido a comérselos, llamó a la puerta y gritó:
- ¡Ábreme la puerta!¡Ábreme la puerta o soplaré y tu casa tiraré!
Y el cerdito trabajador le dijo:
- ¡Sopla lo que quieras, pero no la abriré!

Entonces el lobo sopló y sopló. Sopló con todas sus fuerzas, pero la casa no se movió. La casa era muy fuerte y resistente. El lobo se quedó casi sin aire.
Pero aunque el lobo estaba muy cansado, no desistía.
Trajo una escalera, subió al tejado de la casa y se deslizó por el pasaje de la chimenea. Estaba empeñado en entrar en la casa y comer a los tres cerditos como fuera. Pero lo que él no sabía es que los cerditos pusieron al final de la chimenea, un caldero con agua hirviendo. Y el lobo, al caerse por la chimenea acabó quemándose con el agua caliente. Dio un enorme grito y salió corriendo para nunca mas volver.

Y así, los cerditos pudieron vivir tranquilamente. Y tanto el perezoso como el glotón aprendieron que solo con el trabajo se consigue las cosas.

FIN

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El mundo representado es maravilloso, devido a que se nos presentan animales como personajes, que poseen caracteristicas humanas, tales como hablar, cocinar, construir, etc.
Esto son hechos que dentro de su mundo es algo normal, sin embargo somos concientes de que esto no es real.